A pesar del cambio de día que ha sufrido Vis A Vis por motivos de competencia, las audiencias siguen estando algo justa, y es una pena porque es una serieza en toda regla.
Me encantaría que vosotros también dejéis vuestras impresiones sobre este cuarto episodio y que me digáis incluso que escena ha sido vuestra favorita. ¿Os animáis?
Un episodio bastante flojito, donde una vez más los guionistas han querido darnos una violación pero visto desde otro punto, acto que a algunos les ha parecido una barbaridad y han querido cambiar de cadena mientras la escena, y a otros les ha parecido un momento brutal por actuaciones, planos y sentimientos reflejados, pero.... ¿Qué pretenden los guionistas enseñándonos la violación de Rizos y Saray en cinco episodios? y lo más importante, ¿Cuál es el motivo de que quieran que Rizos lo recuerde y atormente y a Saray no?
Sea como fuere, creo que está siendo algo bestia esta temporada a lo que escenas fuertes se refiere y en realidad, no nos tendríamos que sobresaltar, pues me imagino que en una cárcel, la realidad es esa, pero ¿No se están excediendo? Quiero saber vuestra opinión.
Todo esto, lo compensa, los momentos románticos (y a veces empalagosos) que se viven en Cruz del Sur, pero seamos sinceros, lo más bonito y no voy a cansarme de decirlo, son las palabras que una vez tras otra le dedica Saray a Rizos. Eso si es amor señores, y no lo que Maca intenta demostrar (digo demostrar por decir algo, porque fría, me parece un rato).
Por otro lado, en el gimnasio de la cárcel, se lleva a cabo un campeonato de boxeo, donde claramente sabíamos que iba a ganar Macarena desde antes de que comenzase a luchar, y como bien decíamos muchos anoche, nos ha sobrado muchísimo esta parte, porque ha ocupado gran parte del episodio, ¿Para que? pues para nada.
De rejas para fuera, también hay drama, pues Román & Co esconden el cuerpo del Egipcio en el congelador de su casa y la cuñada de Maca es tan lela que va a coger carne para cocinar y ni se entera.
Ya sabéis que me aburren demasiado y que les den tanto protagonismo no me gusta nada, y a ello le sumo que todavía no sé que relación tiene con todo lo demás el secuestro de la chica esa.
Por último, tenemos a Zulema, saliendo de la cárcel para ir al dentista tras limpiarse los dientes con un cepillo que previamente lo había restregado por la taza del váter (una cerdada si), mientras que en la azotea de enfrente, su suegro, se enfrentaba a tres individuos.
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