Como siempre os traigo dos nuevas escenas para que las disfrutéis. ¡Espero que os gusten! :D
Dedicado a mis mosqueteras. ¡AsWriters Forever!
ESCENA 1: OTA
La oscuridad de la noche se cernía sobre Starling City. La tranquilidad que reinaba en las calles contrastaba con el bullicio presente en las primeras horas del día. Como hoy, que no habían parado de ir de un sitio a otro ya que las obligaciones de Oliver como Green Arrow, se sumaban cada vez con más frecuencia, a sus deberes como CEO de la compañía. Lo cual conllevaba que requiriera los servicios de Diggle en más de una ocasión.
Siendo consciente de ello, Oliver le dijo que se marchara a casa a descansar. Que cualquier cosa que pudiera necesitar de él, podía esperar a mañana. Normalmente habría rechazado la oferta, puesto que su sentido de la responsabilidad es muy fuerte, pero aquella noche el cuerpo le pedía desconectar de todo. Relajarse. De modo que sin pensarlo demasiado se dirigió hacia su apartamento, tomó una ducha caliente y decidió tumbarse en el sofá y probar suerte con la programación nocturna.
A los pocos minutos sintió sed, al darse cuenta de que tenía que levantarse para cogerla, exhaló un profundo un resoplido.
-- Esto es lo malo de vivir solo. Si quieres algo tienes que servirte tú mismo.
Antes de que pudiera alcanzar su destino, escuchó el sonido de alguien llamando a su puerta. Cuando se acerca a descubrir quién hay tras la puerta, su sorpresa es considerable.
-- ¿Qué hacéis vosotros aquí?
Felicity y Oliver se miraron y esbozaron una sonrisa.
-- Traemos la cena. ¿Creías que te ibas a librar de tu no fiesta sorpresa? Le contestó ella enseñándole unas bolsas donde traían algo de comida rápida
Diggle sonrió.
-- ¿Podemos pasar? Le preguntó Oliver
-- Claro. Estáis en vuestra casa.
Oliver ya había estado antes pero para Felicity era su primera vez y sentía curiosidad por saber cómo era aquel lugar
Nada más atravesar el umbral de la casa y poder dejar las bolsas sobre la barra americana de la cocina, se volvió hacia su compañero con una enorme sonrisa
-- Quiero ser la primera en decírtelo: ¡Feliz Cumpleaños!
Felicity y Dig se fundieron en un abrazo.
-- ¿Ha sido tú verdad? Dijo Dig señalando a su compañero
Oliver levantó las manos en señal de rendición.
-- Por una vez soy inocente. Todo esto es cosa de Felicity.
Diggle miró a Oliver, quién sabía perfectamente que no es muy dado a ese tipo de gestos de cariño ofreciéndole su mano, sin embargo, él sonrió dándole un abrazo
-- Gracias por venir.
-- ¿Bromeas? No me lo habría perdido por nada del mundo.
Por su parte Felicity estaba examinando el lugar, como un niño en una tienda nueva de juguetes.
-- Vaya he de decir que me lo esperaba peor.
Diggle la miró sorprendido.
-- No te ofendas. No lo digo porque seas... quiero decir eres un hombre y soltero y bueno esa combinación no suele salir demasiado bien.
-- Tranquila Felicity te he entendido.
-- Y no sabes cómo te lo agradezco.
Como consecuencia de su ocurrencia los tres amigos sonrieron.
Unos minutos más tarde....
Los tres estaban compartiendo una charla distendida sobre cosas normales, sin aparente importancia pero que para ellos sí que lo eran ya que es algo que casi nunca pueden hacer debido a su trabajo.
-- Sabes Oliver nunca dejarás de sorprenderme.
Tanto Felicity como Oliver le miraron confundidos
-- Bueno siendo hijo de quien eres nunca imaginé... que acabarías comiendo... comida de gente ya sabes más corriente.
Oliver sonrió. Ese había sido un buen golpe, bajo pero bueno.
-- Y además fue él quien me llevó hasta la hamburguesería. Increíble.
-- La gente cambia sabéis. Evoluciona y esas cosas... – contestó con una sonrisa que los otros dos continuaron
Diggle se levantó, fue a la vitrina de bebidas y colocó tres vasos en la mesa.
-- Uhmmm ¿vas a servirme a mí también?
-- Sí.
Llenó las tres copas del licor que había elegido y levantó el vaso de chupito para un brindis.
-- Por nosotros.
-- Por nosotros.
-- Por nosotros. El increíble equipo Arrow
Felicity miró a Oliver y sonriendo dijo:
-- Lo siento tenía que decirlo.
Aunque siempre se había opuesto a ponerle etiqueta a esa relación, esta vez no dijo nada, empezaba a gustarle la idea de ser un equipo.
Los tres brindaron bebiendo de un solo trago todo el contenido.
Oliver y Dig al estar acostumbrados no reaccionaron mal pero Felicity empezó a hacer muecas de asco.
-- Argh está asqueroso. ¿Cómo os puede gustar esto?
-- No lo sé. Simplemente nos gusta. Supongo que es cosa de la genética. Le contestó Dig mientras rellenaba por una segunda vez las copas de Oliver y la suya.
Felicity al ver que a ella la excluía protestó algo indignada.
-- ¿No vas a rellenar mi copa?
Dig la miró pensando que era algo obvio.
-- Bueno acabas de decir que no te gusta.
-- Eso no quiere decir nada. ¿Soy una más del equipo no?
Diggle y Oliver se miraron.
-- Felicity claro que formas parte del equipo, de hecho eres un miembro imprescindible. No tienes que demostrar nada.
Oliver intentaba ayudar a su compañera.
-- Siempre me estáis excluyendo de cosas "sólo chicos" y voy a demostraros que si vosotros podéis yo también. Rellena.
Diggle le consultó con la mirada a Oliver quien asintió con la cabeza.
-- Está bien señorita Smoak, usted gana.
Felicity sonrió victoriosa.
Tras un par de rondas más, el alcohol hizo mella en ella dejándola casi al borde del sueño.
-- Puedo hacerlo...Puedo hacerlo... - Susurraba casi de forma inconsciente.
Oliver le apartó el vasito e intentó que se fuera con él.
-- Creo que es suficiente por hoy. Nos has ganado. Mira, Dig y yo ya no podemos beber más
Diggle hizo un gesto de estar empachado y ella sonrió.
-- Os lo dije, podía hacerlo. He ganado. Yupiii.
Oliver intentó que se girara hacia él para poder llevarla a un lugar donde pudiera dormir. La cogió en brazos llevándosela a uno de los dormitorios.
-- ¿Ves? Soy tan fuerte como vosotros. No tienes que preocuparte por mí.- Le dijo casi entre murmullos.
Al intentar dejarla suavemente en la cama, Felicity protestó un poco aferrándose a él.
-- Shh, tranquila.
Cuando dejó de ofrecer resistencia, la arropó con una manta sentándose junto a ella en el borde de la cama. Permaneció así unos segundos, contemplándola…
-- Siempre voy a preocuparme por ti Felicity. Eres demasiado importante.- Acarició su rostro, apartando un pequeño mechón de su frente
Felicity sonrió, acercó su mano a la de Oliver y la entrelazó con la suya. Sentía cómo los párpados le pesaban demasiado, no podía mantenerse despierta. Poco a poco fue dejándose llevar hacia el mundo de los sueños.
-- Te quiero Oliver. Te quiero mucho.
Escuchar aquellas palabras, hizo que su corazón se acelerara, inundándose de una sensación muy cálida, desconocida para él hasta ahora.
Una sonrisa se apoderó de él. Acababa de darle el mejor regalo: compartir ese momento a solas, sabiendo que ese momento sólo le pertenecía a él.
Acercó tímidamente sus labios a los de ella, consiguiendo así robarle un beso. Ella ronroneó un poco al sentir el vacío en sus labios provocando una gran sonrisa en Oliver.
Por su mente había un único pensamiento: Quería mucho más. Y estaba dispuesto a luchar por ello.
Antes de marcharse se quedó en el umbral de la puerta, admirándola de nuevo, como si aquella imagen no fuera a repetirse nunca más.
-- Sabes Oliver nunca dejarás de sorprenderme.
Tanto Felicity como Oliver le miraron confundidos
-- Bueno siendo hijo de quien eres nunca imaginé... que acabarías comiendo... comida de gente ya sabes más corriente.
Oliver sonrió. Ese había sido un buen golpe, bajo pero bueno.
-- Y además fue él quien me llevó hasta la hamburguesería. Increíble.
-- La gente cambia sabéis. Evoluciona y esas cosas... – contestó con una sonrisa que los otros dos continuaron
Diggle se levantó, fue a la vitrina de bebidas y colocó tres vasos en la mesa.
-- Uhmmm ¿vas a servirme a mí también?
-- Sí.
Llenó las tres copas del licor que había elegido y levantó el vaso de chupito para un brindis.
-- Por nosotros.
-- Por nosotros.
-- Por nosotros. El increíble equipo Arrow
Felicity miró a Oliver y sonriendo dijo:
-- Lo siento tenía que decirlo.
Aunque siempre se había opuesto a ponerle etiqueta a esa relación, esta vez no dijo nada, empezaba a gustarle la idea de ser un equipo.
Los tres brindaron bebiendo de un solo trago todo el contenido.
Oliver y Dig al estar acostumbrados no reaccionaron mal pero Felicity empezó a hacer muecas de asco.
-- Argh está asqueroso. ¿Cómo os puede gustar esto?
-- No lo sé. Simplemente nos gusta. Supongo que es cosa de la genética. Le contestó Dig mientras rellenaba por una segunda vez las copas de Oliver y la suya.
Felicity al ver que a ella la excluía protestó algo indignada.
-- ¿No vas a rellenar mi copa?
Dig la miró pensando que era algo obvio.
-- Bueno acabas de decir que no te gusta.
-- Eso no quiere decir nada. ¿Soy una más del equipo no?
Diggle y Oliver se miraron.
-- Felicity claro que formas parte del equipo, de hecho eres un miembro imprescindible. No tienes que demostrar nada.
Oliver intentaba ayudar a su compañera.
-- Siempre me estáis excluyendo de cosas "sólo chicos" y voy a demostraros que si vosotros podéis yo también. Rellena.
Diggle le consultó con la mirada a Oliver quien asintió con la cabeza.
-- Está bien señorita Smoak, usted gana.
Felicity sonrió victoriosa.
Tras un par de rondas más, el alcohol hizo mella en ella dejándola casi al borde del sueño.
-- Puedo hacerlo...Puedo hacerlo... - Susurraba casi de forma inconsciente.
Oliver le apartó el vasito e intentó que se fuera con él.
-- Creo que es suficiente por hoy. Nos has ganado. Mira, Dig y yo ya no podemos beber más
Diggle hizo un gesto de estar empachado y ella sonrió.
-- Os lo dije, podía hacerlo. He ganado. Yupiii.
Oliver intentó que se girara hacia él para poder llevarla a un lugar donde pudiera dormir. La cogió en brazos llevándosela a uno de los dormitorios.
-- ¿Ves? Soy tan fuerte como vosotros. No tienes que preocuparte por mí.- Le dijo casi entre murmullos.
Al intentar dejarla suavemente en la cama, Felicity protestó un poco aferrándose a él.
-- Shh, tranquila.
Cuando dejó de ofrecer resistencia, la arropó con una manta sentándose junto a ella en el borde de la cama. Permaneció así unos segundos, contemplándola…
-- Siempre voy a preocuparme por ti Felicity. Eres demasiado importante.- Acarició su rostro, apartando un pequeño mechón de su frente
Felicity sonrió, acercó su mano a la de Oliver y la entrelazó con la suya. Sentía cómo los párpados le pesaban demasiado, no podía mantenerse despierta. Poco a poco fue dejándose llevar hacia el mundo de los sueños.
-- Te quiero Oliver. Te quiero mucho.
Escuchar aquellas palabras, hizo que su corazón se acelerara, inundándose de una sensación muy cálida, desconocida para él hasta ahora.
Una sonrisa se apoderó de él. Acababa de darle el mejor regalo: compartir ese momento a solas, sabiendo que ese momento sólo le pertenecía a él.
Acercó tímidamente sus labios a los de ella, consiguiendo así robarle un beso. Ella ronroneó un poco al sentir el vacío en sus labios provocando una gran sonrisa en Oliver.
Por su mente había un único pensamiento: Quería mucho más. Y estaba dispuesto a luchar por ello.
Antes de marcharse se quedó en el umbral de la puerta, admirándola de nuevo, como si aquella imagen no fuera a repetirse nunca más.
Diggle al sentirle de nuevo junto a él, le ofreció otro vaso de licor.
-- Gracias a Dios su tolerancia al sueño es menor que su aguante al alcohol.
-- Es especial. Dijo Oliver
-- Sí que lo es. Por cierto, cuando te cases con ella no sirvas tequila.
Ambos sonrieron.
-- Brindo por ello.
-- Gracias a Dios su tolerancia al sueño es menor que su aguante al alcohol.
-- Es especial. Dijo Oliver
-- Sí que lo es. Por cierto, cuando te cases con ella no sirvas tequila.
Ambos sonrieron.
-- Brindo por ello.
ESCENA 2: OLICITY
Tras disfrutar de una noche de pasión y entrega... de besos y caricias, dos cuerpos exhaustos y agotados, descansaban bajo un manto de color púrpura.
Permanecían relajados, abrazados, aprovechando el poco tiempo de sosiego que su vida les permitía.
Los primeros rayos del alba se filtraban a través del cristal, creando perfectas vidrieras de colores en forma de cielo estrellado.
Permanecían relajados, abrazados, aprovechando el poco tiempo de sosiego que su vida les permitía.
Los primeros rayos del alba se filtraban a través del cristal, creando perfectas vidrieras de colores en forma de cielo estrellado.
Oliver acariciaba con mimo y ternura la espalda descubierta de su compañera. La contemplaba con absoluta adoración...Memorizando cada marca de su piel, cada línea de su cuerpo...embriagándose de su olor, su suavidad...
En su mirada se podía vislumbrar una calidez desconocida en él, un brillo único...que sólo poseía cuando se trataba de ella.
El sonido estridente del despertador rompió la burbuja, indicando que un nuevo día comenzaba, que el sueño se acababa y que la realidad les absorbería.
Oliver alzó una mano apagándolo. Besó con ternura la frente de Felicity quien parecía estar despertándose.
En su mirada se podía vislumbrar una calidez desconocida en él, un brillo único...que sólo poseía cuando se trataba de ella.
El sonido estridente del despertador rompió la burbuja, indicando que un nuevo día comenzaba, que el sueño se acababa y que la realidad les absorbería.
Oliver alzó una mano apagándolo. Besó con ternura la frente de Felicity quien parecía estar despertándose.
-- Shhh, vuelve a dormirte, aún es pronto.
Felicity se abrazó a su almohada emitiendo un gruñido que provocó una sonrisa en los labios de Oliver mientras se levantaba.
-- Te quiero dormilona.
Ella sin abrir los ojos y con voz ronca a causa del sueño susurró:
-- Yo te querré un poco más dentro de 30 minutos.
Oliver besó tiernamente sus labios mientras reía divertido por su respuesta.
- Pinchas.- protestó Felicity aún medio dormida
-- Anoche no te importaba.
-- Anoche estaba mi otra yo. La que no le importaba nada con tal de estar contigo. Bueno... eso y que estaba algo borracha.
-- No estabas borracha. El postre llevaba licor sin alcohol.
-- Entonces estaba más cachonda de lo que creía.
Esa respuesta arrancó una gran sonrisa a Oliver, mientras terminaba de abrocharse los botones del pantalón. Antes de salir del dormitorio, recogió su ropa del suelo bajo la atenta mirada de Felicity y se encaminó hacia la cocina.
Ella que le observaba con un ojo abierto y otro cerrado, esperaba que se acercara a ella antes de irse, por lo que se extrañó al ver que se marchaba.
-- ¿No me preguntas qué quiero para desayunar?
-- No. Hoy elijo yo.
Oliver se giró hacia ella en el umbral de la puerta con una cierta expresión de victoria.
-- Por favor no me pongas otra vez esa cosa tan pastelosa, tuve dolores de estómago durante todo el día.
-- ¿Confías en mí?
Felicity apretó un poco sus labios.
-- Según el momento.
Oliver levantó sus cejas en señal de sorpresa.
-- Acabas de ganarte el postre pasteloso -. Le contestó señalándola con el dedo mientras emitía una leve sonrisa
-- ¡¡No por favor, lo retiro!!
-- ¡¡Demasiado tarde!!- Se escuchó su voz contestándole en la lejanía.
-- Noooo - sollozaba mientras hundía su rostro contra la almohada- ¿Por qué seré tan bocazas?
Oliver besó tiernamente sus labios mientras reía divertido por su respuesta.
- Pinchas.- protestó Felicity aún medio dormida
-- Anoche no te importaba.
-- Anoche estaba mi otra yo. La que no le importaba nada con tal de estar contigo. Bueno... eso y que estaba algo borracha.
-- No estabas borracha. El postre llevaba licor sin alcohol.
-- Entonces estaba más cachonda de lo que creía.
Esa respuesta arrancó una gran sonrisa a Oliver, mientras terminaba de abrocharse los botones del pantalón. Antes de salir del dormitorio, recogió su ropa del suelo bajo la atenta mirada de Felicity y se encaminó hacia la cocina.
Ella que le observaba con un ojo abierto y otro cerrado, esperaba que se acercara a ella antes de irse, por lo que se extrañó al ver que se marchaba.
-- ¿No me preguntas qué quiero para desayunar?
-- No. Hoy elijo yo.
Oliver se giró hacia ella en el umbral de la puerta con una cierta expresión de victoria.
-- Por favor no me pongas otra vez esa cosa tan pastelosa, tuve dolores de estómago durante todo el día.
-- ¿Confías en mí?
Felicity apretó un poco sus labios.
-- Según el momento.
Oliver levantó sus cejas en señal de sorpresa.
-- Acabas de ganarte el postre pasteloso -. Le contestó señalándola con el dedo mientras emitía una leve sonrisa
-- ¡¡No por favor, lo retiro!!
-- ¡¡Demasiado tarde!!- Se escuchó su voz contestándole en la lejanía.
-- Noooo - sollozaba mientras hundía su rostro contra la almohada- ¿Por qué seré tan bocazas?
Mientras en la cocina...
Oliver abrió la nevera, no había demasiado...debían acordarse de hacer la compra antes de recluirse en la guarida.
Cogió algunos huevos, mantequilla, leche, harina, azúcar, levadura, algunas especias y un bol con su correspondiente varilla.
Comenzó a mezclar los ingredientes dándose cuenta de que le faltaba algo...cogió el móvil y pulsó el número 2 de marcación rápida dejando activado el altavoz.
Un par de tonos más tarde se escuchó una voz masculina y muy familiar al otro lado.
-- Qué pronto has madrugado, no esperaba tener noticias tuyas hasta más tarde.
-- Es lo único bueno de ser insomne. Aprovechas el día bastante bien.
-- Eso es una ventaja para según qué cosas.
Oliver probó la masa que estaba preparando, estaba en su punto justo, le añadió un toque de sabor con las especias y empezó a cocinarla a fuego suave.
-- ¿Qué tal anoche con Felicity?
-- ¿Quieres la versión sincera o la políticamente correcta?
-- Sabes que no me gusta que me mientan.
-- Hubo una cena romántica... y una noche de sexo salvaje.
-- Salvo en este caso...como hermano mayor, hay cosas que prefiero no saber.
-- Qué conste qué te pregunté.
-- La próxima vez, miénteme...
Oliver sonrió.
-- ¿Has descubierto algo sobre nuestro nuevo amigo?
-- No he avanzado mucho. La poca información que existe sobre él de manera abierta, no nos aporta nada nuevo. Necesitamos a Felicity.
-- Tranquilo, en una hora estaremos allí.
-- Procura que llegue de una sola pieza.
-- No puedo prometerlo. Le contestó sonriente
-- ¿Sabes una cosa? Me gustabas más en tu época de abstinencia.
-- Lo sé, sin embargo yo ahora disfruto mucho más.
Ambos amigos sonrieron cortando la llamada.
Tras unos segundos de espera, Oliver retiró el desayuno que había preparado, guiándolo hacia la encimera. Comprobó que no faltara nada para finalmente encaminarse hacia el dormitorio.
Con algo de sorpresa descubrió que Felicity no se encontraba en la cama.
Abrió la puerta del baño para poder deleitarse con una imagen que le volvía loco: su chica estaba recién salida de la ducha, envuelta en una toalla...con su piel mojada... el pelo mojado alborotándose...era una completa invitación.
Ella, al verle postrado en la entrada con esa mirada de picardía, esbozó una sonrisa.
-- Creía que nos ducharíamos juntos.
Se acercó a ella por detrás, y mientras sus manos se posaban sobre su cintura, sujetándola...sus labios llegaban hasta su hombro, besándolo con besos fugaces y suaves.
-- No, porque entonces pasaría lo mismo que pasó anoche y no llegaríamos a tiempo.
-- Bueno...esa es una de las ventajas de ser tu propio jefe, puedo llegar tarde.
Ella intentaba rehuirle pero al sentir sus labios sobre su punto débil quiso disfrutarlo. Ladeó un poco su cabeza para facilitarle el acceso.
-- Oliver...por favor...- protestaba con desgana
-- ¿No te gusta? Le preguntó travieso mientras disfrutaba de su cuello
-- Me gusta demasiado y lo sabes.
Ella giró el rostro hacia él para que la besara en la boca y así conseguir distraerle de su principal objetivo antes de que irremediablemente se vieran arrastrados a un momento de lujuria, deseo y desenfreno.
Oliver cedió y la besó tal como ella quería.
-- Lo sé. Por eso lo hago.
Ambos sonrieron.
-- Uhmm hueles bien. ¿Qué has preparado esta vez?
Oliver emitió una sonrisa traviesa. Acercó sus labios a escasos milímetros de su boca.
-- Ábrela.
Ella obedeció sin ofrecer resistencia pudiendo Oliver unirse a ella en un beso lento, intenso y húmedo...dónde sus lenguas se buscaban, jugaban y sobre todo se deleitaban la una con la otra.
El sonido del beso al romperse envolvió al silencio...
-- Sabes a canela, vainilla y huevo. Oliver sonrió abiertamente, estaba disfrutando como un niño pequeño.
-- Pues ahí tienes tu respuesta.
Oliver abrió la nevera, no había demasiado...debían acordarse de hacer la compra antes de recluirse en la guarida.
Cogió algunos huevos, mantequilla, leche, harina, azúcar, levadura, algunas especias y un bol con su correspondiente varilla.
Comenzó a mezclar los ingredientes dándose cuenta de que le faltaba algo...cogió el móvil y pulsó el número 2 de marcación rápida dejando activado el altavoz.
Un par de tonos más tarde se escuchó una voz masculina y muy familiar al otro lado.
-- Qué pronto has madrugado, no esperaba tener noticias tuyas hasta más tarde.
-- Es lo único bueno de ser insomne. Aprovechas el día bastante bien.
-- Eso es una ventaja para según qué cosas.
Oliver probó la masa que estaba preparando, estaba en su punto justo, le añadió un toque de sabor con las especias y empezó a cocinarla a fuego suave.
-- ¿Qué tal anoche con Felicity?
-- ¿Quieres la versión sincera o la políticamente correcta?
-- Sabes que no me gusta que me mientan.
-- Hubo una cena romántica... y una noche de sexo salvaje.
-- Salvo en este caso...como hermano mayor, hay cosas que prefiero no saber.
-- Qué conste qué te pregunté.
-- La próxima vez, miénteme...
Oliver sonrió.
-- ¿Has descubierto algo sobre nuestro nuevo amigo?
-- No he avanzado mucho. La poca información que existe sobre él de manera abierta, no nos aporta nada nuevo. Necesitamos a Felicity.
-- Tranquilo, en una hora estaremos allí.
-- Procura que llegue de una sola pieza.
-- No puedo prometerlo. Le contestó sonriente
-- ¿Sabes una cosa? Me gustabas más en tu época de abstinencia.
-- Lo sé, sin embargo yo ahora disfruto mucho más.
Ambos amigos sonrieron cortando la llamada.
Tras unos segundos de espera, Oliver retiró el desayuno que había preparado, guiándolo hacia la encimera. Comprobó que no faltara nada para finalmente encaminarse hacia el dormitorio.
Con algo de sorpresa descubrió que Felicity no se encontraba en la cama.
Abrió la puerta del baño para poder deleitarse con una imagen que le volvía loco: su chica estaba recién salida de la ducha, envuelta en una toalla...con su piel mojada... el pelo mojado alborotándose...era una completa invitación.
Ella, al verle postrado en la entrada con esa mirada de picardía, esbozó una sonrisa.
-- Creía que nos ducharíamos juntos.
Se acercó a ella por detrás, y mientras sus manos se posaban sobre su cintura, sujetándola...sus labios llegaban hasta su hombro, besándolo con besos fugaces y suaves.
-- No, porque entonces pasaría lo mismo que pasó anoche y no llegaríamos a tiempo.
-- Bueno...esa es una de las ventajas de ser tu propio jefe, puedo llegar tarde.
Ella intentaba rehuirle pero al sentir sus labios sobre su punto débil quiso disfrutarlo. Ladeó un poco su cabeza para facilitarle el acceso.
-- Oliver...por favor...- protestaba con desgana
-- ¿No te gusta? Le preguntó travieso mientras disfrutaba de su cuello
-- Me gusta demasiado y lo sabes.
Ella giró el rostro hacia él para que la besara en la boca y así conseguir distraerle de su principal objetivo antes de que irremediablemente se vieran arrastrados a un momento de lujuria, deseo y desenfreno.
Oliver cedió y la besó tal como ella quería.
-- Lo sé. Por eso lo hago.
Ambos sonrieron.
-- Uhmm hueles bien. ¿Qué has preparado esta vez?
Oliver emitió una sonrisa traviesa. Acercó sus labios a escasos milímetros de su boca.
-- Ábrela.
Ella obedeció sin ofrecer resistencia pudiendo Oliver unirse a ella en un beso lento, intenso y húmedo...dónde sus lenguas se buscaban, jugaban y sobre todo se deleitaban la una con la otra.
El sonido del beso al romperse envolvió al silencio...
-- Sabes a canela, vainilla y huevo. Oliver sonrió abiertamente, estaba disfrutando como un niño pequeño.
-- Pues ahí tienes tu respuesta.
FIN
Tras
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