Bueno, bueno, bueno. Así describo el último episodio de Blindspot. Y es que, aunque hubiera deseado que nos hubiesen contado más me he quedado igual de shock.
El capítulo empieza con una mirada al pasado, 1996, en la academia del ejército donde estaba Kurt, donde para asombro de todos, mantiene una conversación con Sheperd. Y aún así, vamos conociendo más detalles sobre el interés de ésta en Kurt , ya que le pagó todos sus estudios y evitó su expulsión más de una vez. (Sí, Kurt era un poco cabroncete cuando era más joven. Tampoco en plan Hermano Mayor pero ya me entendéis).
Bueno, el caso, durante más de la mitad del episodio la trama se centra en Kurt buscando respuestas a por qué la vida en general, ¿Por qué Jane tiene su nombre tatuado y no “Team Edward” o “Netflix” o algo así.
Total, que poco a poco Kurt va atando cabos hasta que da con una pieza importante del rompecabezas, un hombre vinculado a Sheperd pero con un problema, sufrió un derrame cerebral y no es tan fácil poder sacar algo en claro.
Mientras todo esto pasa descubrimos que Patterson está utilizando vías de escape un tanto ilegales para resolver los misterios que esconden los tatuajes de Jane y a su vez desenmascarar a Sheperd de una vez por todas. Y, yo soy ella y hago lo mismo, y más después de lo que le pasó.
Jane también vemos que puede que haya superado ya sus problemas de amor con Kurt pues tiene una cita con su ligue de los anteriores episodios (el que conoció cuando estaba de incógnito en el museo) y no parece que vaya nada mal.
Cuando Kurt está a punto de conseguir averiguar el plan de Sheperd, ésta le encuentra y le secuestra, llevándoselo para que pase a su bando alegando que son más iguales de lo que él imagina.
¿Cuál creéis que es el plan de Sheperd con Kurt y por qué es tan vital para el ataque de Sandstorm? Estas dudas y otras más se irán resolviendo poco a poco en los próximos episodios.
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