La Navidad es un momento ideal para dejarse llevar por el encanto de las luces, la artesanía y los sabores tradicionales que ofrecen los mercadillos navideños. A continuación, exploramos algunos de los más bonitos y recomendados en distintas ciudades.
Budapest (Hungría)
El mercadillo de la Plaza Vörösmarty es uno de los más famosos y tradicionales de Budapest. Se caracteriza por sus casetas de madera con artesanía húngara, decoraciones, y delicias como el chimney cake. Frente a la Basílica de San Esteban hay otro mercado más íntimo, con pista de patinaje, talleres y un mapping de luces que proyecta imágenes sobre la fachada de la iglesia. Según fuentes turísticas, es un mercado muy valorado por su autenticidad y calidad de productos.
Viena (Austria)
Viena es sinónimo de mercados navideños de cuento: su mercadillo frente al Ayuntamiento (Rathausplatz) es particularmente espectacular. Con cerca de 150 puestos, ofrece artesanías, decoraciones navideñas, vino caliente y dulces típicos. Para los más pequeños, el mercado propone talleres para hacer velas o galletas, mientras que coros internacionales cantan villancicos frente al Ayuntamiento. Otros mercados muy pintorescos en Viena se instalan en lugares como el Palacio de Schönbrunn, con su majestuosidad imperial.
Estrasburgo (Francia)
Estrasburgo es conocida como la "capital de la Navidad" y su Christkindelsmärik es uno de los más antiguos de Europa. Las plazas como la Catedral, la Place Kléber o Broglie se llenan de casetas adornadas y delicias alsacianas. Además del mercado, la ciudad entera se ilumina con decoraciones navideñas, ofreciendo un ambiente muy festivo y acogedor. Es ideal para pasear por sus calles pintorescas, perderse entre las casas de entramado de madera y sumergirse en la magia navideña.
Dresde (Alemania)
En Alemania, uno de los mercados más emblemáticos es el Striezelmarkt, en la plaza Altmarkt de Dresde. Se remonta al siglo XV, lo que lo convierte en uno de los más antiguos del país. Es famoso por su pan navideño (“Stollen”) y una atmósfera muy tradicional, con decoraciones clásicas, casetas de madera y puestos de comida. También hay música, espectáculos y actividades para familias, lo que lo hace perfecto para una experiencia navideña completa.
Praga (República Checa)
El mercadillo de Navidad en la Plaza de la Ciudad Vieja (Old Town Square) es uno de los más bonitos del centro histórico de Europa. Tiene un gran árbol de Navidad decorado, un escenario para coros y artesanía típica checa. Se pueden comprar adornos de vidrio, figuras para el belén, juguetes de madera, y degustar especialidades como el trdelník (pastel enrollado) o vino caliente. También hay otros mercados más pequeños en la ciudad, por ejemplo en Wenceslas Square o cerca del Castillo de Praga, que aportan un aire más íntimo.
Colmar (Francia)
Colmar, en la región de Alsacia, es quizá uno de los destinos navideños más pintorescos: sus calles medievales y casas con entramado de madera crean un escenario mágico. Hay seis mercados navideños distintos repartidos por el centro histórico, cada uno con su propio carácter: artesanía, diseño, gastronomía, mercado infantil... En la Place de l’Ancienne Douane se instalan chalés alrededor de una fuente histórica, con luces reflejadas en un canal cercano y un ambiente muy romántico. En la Petite Venise, ideal para familias, hay actividades para niños, un belén, buzón para cartas a Papá Noel, y toda una atmósfera de cuento. Además, el mercado del Koïfhus (un edificio medieval) permite refugiarse del frío y descubrir artesanos locales trabajando vidrio, cerámica o madera.
► Consejos para visitar mercadillos navideños
• Planifica tus fechas: muchos mercados abren a mediados o finales de noviembre y cierran justo antes o poco después de Navidad.
• Ropa adecuada: lleva ropa de abrigo, bufanda y calzado cómodo, porque pasarás bastante tiempo al aire libre.
• Gastronomía local: aprovecha para probar especialidades navideñas locales (dulces, vinos calientes, salchichas, panes), cada mercado tiene su sabor distintivo.
• Artesanía: muchos puestos ofrecen productos artesanales auténticos, ideales para regalos únicos y recuerdos especiales.
• Evita las horas punta: si puedes, visita los mercadillos entre semana o por la mañana para evitar aglomeraciones y disfrutar con más calma.
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