ENTREVISTA | Mario García: 'En mi cabeza, María y Salvador se terminan casando, aunque no lo lleguemos a ver nunca en pantalla'


Conocido por interpretar a Samuel Ribero en la telenovela Dos Vidas y a Salvador Romea en la serie diaria La Promesa, Mario García es originario de Leganés y además de actuar también se dedica al teatro. Realizó un curso de acrobacia y esgrima, así como un curso de interpretación con Luna del Ejido, para después seguir con la expresión corporal con Helena Ferrari y el verso con Chelo García.

Primero de todo, bienvenido a Flarrow & More y muchas gracias por aceptar la propuesta de responder a mis preguntas en esta entrevista. Es un placer tenerte como invitado, y tenía muchas ganas de poder charlar un ratito contigo.

El placer es mío. Siempre agradezco la oportunidad de poder hablar y expresar lo que siento.

Quisiera empezar esta entrevista preguntándote cómo surgió la idea de dedicarte al mundo de la interpretación, y qué significa para ti ser actor.

Pues todo comenzó cuando mis padres decidieron apuntarme a teatro cuando era muy pequeño, con 8 ó 9 años. Yo era un chico muy tímido y surgió como estrategia para que perdiera esa vergüenza. Y, a partir de ahí, me di cuenta de que, a través de la interpretación, podía encarnar y transformarme en cualquier persona, animal, ser o concepto que quisiera. Cada uno de ello con sus vivencias, su historia, sus preocupaciones… Y a día de hoy eso es lo que me mueve y por lo que soy actor: el poder contar historias. Historias que conmuevan, que ayuden, que visibilicen, que distraigan… Poder vivir todas las vidas posibles.

De todos los proyectos que has hecho hasta el momento ¿cuál ha sido el más especial para ti y por qué?.

De todos guardo un amor y un recuerdo especial, tanto en teatro como en audiovisual. Sin embargo, este último, ‘La Promesa’, en el que he estado cerca de dos años, sin duda ha marcado un antes y un después en mi vida actoral. Y, por hacer justicia con mi amado teatro, tengo que destacar un ‘Antígona’ que hice en la RESAD y que, sin duda, ha sido de las mejores sensaciones que he tenido encima de un escenario.

Recientemente te hemos podido ver en La Promesa interpretando a Salvador, un personaje muy humilde y de buen corazón, que decide marcharse para tener un futuro mejor, ¿como ha sido para ti interpretarlo? y ¿cómo fue grabar esas últimas escenas como Salvador?.

Salvador ha sido un regalo caído del cielo. De los personajes más puros que he conocido y que he tenido la suerte de interpretar. Me ha ayudado a ver la vida como Mario con mucha más perspectiva. Cuando ves a alguien que lo pasa tan mal y que sufre tanto, pero siempre con una sonrisa, no puedes por menos que aplicar esa filosofía a tu vida real y personal. Me llevo un trozo de Salvador para el resto de mi vida, sin duda.

Y respecto a mis últimas escenas como Salvador, jamás sentí una simbiosis con él más fuerte. En sus escenas de despedidas con María y Lope, no sabes si estás viendo llorar y despedirse a Salvador; o, por el contrario, si estás viendo a Mario despidiéndose de Enrique y Sara, dos personas que han sido y son como de mi familia.

¿Cómo fue ese proceso desde que te comunicaron que serías tú quien interpretaría a Salvador, hasta que te pusiste por primera vez en su piel?, ¿Qué sentiste?, ¿Hubo algún casting previo o directamente te eligieron para el papel?.

Pues fue una llamada directa para interpretar a este personaje, porque ya había trabajado en proyectos anteriores con prácticamente todo el equipo y jefes de casting de la serie. Ya sabían cómo trabajo, y les encajé a la perfección. Y al principio sentí mucha ilusión por ver quién era ese tal Salvador, y ganas de empezar un proyecto nuevo. De hecho, no venía para tanto tiempo como el que he estado. Y nadie sabía que iba a terminar teniendo el recorrido que ha tenido.

Salvador ha pasado por muchos altibajos a lo largo de todos estos episodios, pero sin duda, la peor etapa de su vida fue cuando tuvo que ir a la guerra, ¿cómo fue para ti hacer esa transición de un personaje tan humano y cercano, a verlo tan arisco y sobrepasado?, ¿cómo lo trabajaste?.

Tuve apenas un mes y medio para prepararme, donde inicié un primer trabajo de documentación: libros, documentales sobre la guerra del Rif, entrevistas con personas reales cuyos abuelos lucharon en el frente, cine bélico… Todo lo que fuera necesario para crear un banco de imágenes en mi cabeza al que recurrir cuando estuviera interpretando. Y, por otro lado, hubo un trabajo de cambio físico, del cual hablaremos más adelante. Pero lo fundamental era llegar a entender todo lo que implica un trauma como es el de luchar en el frente a nivel mental. Cómo cambia tu manera de hablar, de mirar a la gente, de pensar....

¿Te afectaron las críticas hacia tu personaje? porque es verdad que durante esa época, Salvador tuvo unas actitudes poco habituales en él e incluso le llegamos a ver algo violento con sus compañeros, y las redes sociales pueden llegar a ser muy crueles haciendo que algunos comentarios puedan llegar a hacer mucho daño.

Afortunadamente, la gente entendió todos los procesos de mi personaje y se volcaron mucho con él. Hubo una empatía realmente humana por parte del público. La gente comprendió que Salvador no estaba bien. Que no era el mismo y por eso hacía lo que hacía. Tuve suerte ya que, efectivamente, las redes sociales hoy en día no tienen piedad, y ninguno estamos exentos de ellas. Espero que la gente se comporte tan bien el resto de mi carrera como se han portado con Salvador, sinceramente.

Hablando un poco de esa época de la guerra, Salvador no solo volvió con un ojo afectado, sino que también le vimos mucho más delgado. En redes sociales comentaste que perdiste 12kg en un mes y medio, ¿cómo surgió la idea de cambiar el aspecto físico de Salvador para su regreso a palacio?, y sobre todo, ¿cómo fue para ti enfrentarte a esta transformación?.

En el medio audiovisual, todo debe ser realista y con tono naturalista. En teatro te puedes permitir que un chico de 20 años interprete a un anciano de 90. Pero en el cine o en la tele no funciona así. Por ello, cuando Salvador marcha a la guerra, me dejé el alma para hacer visible y real el que este chico pasara el drama de una guerra. Por ello, inicié un cambio físico. Pasé de pesar 74Kg a pesar 62Kg. Fue duro, pero era necesario. Si Salvador hubiera vuelto de la guerra con el mismo pelo y pesando lo mismo que cuando se fue, no te lo crees. Estás fuera, te sales de la historia. Quería provocar un impacto en el espectador. Que vieran a un muchacho hecho polvo.

A la pérdida de peso se le añade el parche en el ojo. Perder la visión total de un ojo cambia radicalmente el humor. Yo, como Mario, había días en los que, entre el peso tan bajo que tenía y la falta de visión espacial y de equilibrio a causa del parche, tenía un carácter más arisco. Probadlo en casa. Estad un día con un ojo tapado y veréis la poca importancia que le damos a tener los dos ojos sanos. El parche, la bajada de peso, el banco de imágenes del horror de la guerra, los guiones y diálogos maravillosos… Todo se conformó para dar vida a este Salvador torturado.

¿Has notado una evolución en tu personaje a lo largo de los episodios? ¿Cómo has abordado esos cambios que ha sufrido, como actor?.

Por supuesto ha habido todo un tránsito desde comenzar como un chico agradable, transitar todas las sombras de la guerra, hasta, finalmente, volver a recuperar esa alegría y esa bondad que caracteriza a Salvador. Al ser una serie diaria y grabar todos los días, la evolución de mi personaje ha sido como la de cualquier persona. Día a día. No he sido consciente de todo el viaje que ha hecho Salvador hasta que he terminado y he podido ver estos dos años en retrospectiva.

Salvador sufrió mucho de pequeño y sin embargo eso le llevó a crear un vínculo inquebrantable con Lope, ¿qué significa esa relación para tu personaje?, y ¿qué sintió cuando descubrió que Lope se había enamorado de María?.

Lope lo es todo para Salvador, al igual que Salvador para Lope. Los dos han tenido una vida marcada por la tragedia y con caminos muy similares. Eso les hace inseparables y, prácticamente les convierte en hermanos. Por eso, cuando Lope se enamora de María, Salvador lo siente como una traición. No tiene familia, no tiene casa, ha perdido gran parte de su alma y su corazón en la guerra… el único apoyo que le queda es Lope. Yo creo que más que celos o envidia, lo que siente Salvador es miedo. Miedo de quedarse sin las dos únicas personas a las que quiere en el mundo.

Además de Lope, María ha sido uno de los pilares fundamentales de Salvador en palacio, ¿qué ha supuesto para tu personaje el tener que alejarse de María para poder tener un futuro mejor?, ¿qué le ha llevado a tomar esa decisión?.

Pienso que lo que le ha llevado a alejarse de María es la propia María. Un futuro con ella, los dos juntos. Si hay algo que pueda motivar a Salvador a abandonar al amor de su vida, no es otra cosa que volver dentro de un tiempo con el dinero suficiente para poder casarse con ella, tener hijos, la casa de sus sueños… Todavía son muy jóvenes los dos. En mi cabeza, estoy seguro de que María y Salvador se terminan casando, aunque no lo lleguemos a ver nunca en pantalla.

Teniendo tramas tan concretas, ¿en algún momento hablaste con Enrique o Sara sobre por dónde iban a ir vuestras tramas o cómo os gustaría que se desarrollasen?, ¿os dejaban improvisar de alguna manera o meter ideas que pudieseis tener, u os teníais que ceñir al guión?.

Si te digo la verdad, nos dejábamos llevar bastante. Yo prefiero que el futuro del personaje sea una sorpresa a la hora de leerlo en un guion. Sí saber un poco la idea general y hacia dónde se puede encaminar la trama; pero, si mi personaje no lo sabe y le pilla todo de nuevas, yo como actor también quiero coquetear un poco con esa sensación para acompañarle. Y contestando a la segunda pregunta, sí. Improvisamos bastante, a medida que íbamos entendiendo el personaje. Pero eso no quiere decir que no nos ciñiéramos al guion. Es más añadir, que quitar o sustituir. Sobre la base de un guion sólido, pues introducimos gestos, movimientos, frases que quizá no están plasmadas en el guion pero que son cosecha de mucho tiempo trabajando con el mismo personaje y hablando por boca de él.

¿Cómo ha sido trabajar con Sara Molina, Enrique Fortún, Ana Garcés y el resto de compañeros de reparto? Seguro que hay alguna anécdota que nos puedas contar.

Pues si te soy sincero, cada día con ellos era una anécdota nueva y divertida que contar. No podría elegir entre una. No es por bailar el agua ni ser pelota, pero no he podido tener más suerte con mis compañeros de reparto. Han sido mi segunda familia. Me han cuidado, me han querido y me han acompañado durante todo este tiempo. Les estoy muy agradecido por todo y ojalá volver a coincidir con todos ellos y ellas en algún momento de mi carrera.

Y si hubieses podido crear una trama potente para Salvador, más allá de las que ha tenido en la serie, ¿cuál hubiese sido?, ¿qué te hubiese gustado contar sobre él o a través de él?.

Pues sé que suena un poco pesimista, pero quizá me hubiera gustado ver a Salvador despojado de todo. De absolutamente todo. Que después de todo lo que sufre en la guerra, le hubieran echado de la Promesa, hubiera perdido a Lope, a María.... Habría sido interesante ver a ese Salvador sin nada. El héroe caído. Esa bajada a los infiernos me gustaría haberla explorado. Pero pobrecito, bastante ha tenido el pobre ya con lo que ha tenido.

Aunque sé que no puedes decir mucho, ¿hay alguna posibilidad de que te podamos ver de nuevo en La Promesa, en un futuro?, porque la marcha de tu personaje deja la puerta abierta a un regreso. Y si fuese así, ¿con qué personaje te gustaría tener más interacción?.

Pues lamentablemente sé lo que mismo que todos vosotros. No sé si volveré a interpretar o no a Salvador. Y en caso de que vuelva, estoy seguro que me gustarán las interacciones que tenga, porque habrá pasado tiempo como para que haya personajes nuevos y actores y actrices a las que no conozco y con los que pueda empezar a trabajar de nuevas.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te has tenido que enfrentar al trabajar en una serie que se produce a un ritmo tan constante y rápido?.

Los tiempos y creación del personaje. Tener que dar el 100% con un tiempo limitado, porque la producción es muy muy rápida. Son saltos mortales constantes. Haces una escena cómica y, en menos de una hora, tienes que estar preparado para interpretar una escena trágica en la que lloras la muerte de alguien, para luego volver a hacer una escena de risa… y todo ello en una mañana. Mentalmente es agotador. Pero merece mucho la pena. Siempre se dice que las series diarias son las mejores tablas para un actor, y así es.

¿Hay actores o actrices que admires y que hayan influido en tu carrera o en tu forma de actuar? y, ¿con qué actor o actriz te gustaría trabajar y por qué?.

Más que admirar a personas, admiro sus métodos de interpretación y sus metodologías a la hora de afrontar un papel. Para mí el espejo de todo actor siempre debe ser Robert de Niro. Y de ahí, toda la retahíla que nacen de ese sistema ruso Stanislavski o del equivalente en Estados Unidos, que serían todos los del Actors Studio: los Dean, Brando, Pacino.... Luego personalmente admiro muchísimo a Matthew McConaughey, Meryl Streep, Tom Hardy y Cillian Murphy. Y de España, nuestro buque insignia pienso que es Javier Bardem, con el que, por supuesto, me encantaría poder trabajar algún día.

Pero si te soy sincero, últimamente con el actor con el que más ganas tengo de actuar o de ver de cerca cómo trabaja es con Luis Zahera. Me encanta ese hombre, y creo que sería todo un máster en interpretación compartir set con él.

¿Qué consejo le darías a los actores jóvenes que sueñan con trabajar en series diarias o en la actuación en general?.

Que no escuchen a nadie, ni para bien, ni para mal. O sea, que no se dejen llevar por los comentarios de “qué bien lo haces, has nacido para esto”, porque te hacen vivir en una nube que no es real; pero que tampoco se hundan por escuchar “no vales para esto”. Porque tanto una cosa como la otra la van a escuchar a diario. Un actor o actriz tiene que saber convivir con el ‘no’ y con la frustración en su vida. Harás mil audiciones y te dirán que sí en tres. Pero es en esas tres en las que tienes que demostrar todo tu potencial. Y mientras llegan los ‘Sí’, prepararse. Ver mucho cine, devorar cine. Ir al teatro. Leerlo. Leer a los Chejov, Shakespeare, Stanislavski… Recibir clases de interpretación, de canto, de música, baile… Formarse. Así, cuando la oportunidad llegue, porque siempre acaba llegando, poder dar el do de pecho.

Llegamos al final de la entrevista, pero antes, cuéntanos en qué proyectos te podremos ver próximamente.

Han sido dos años de trabajo muy duros, así que de momento toca descansar un poco y afrontar el futuro con paciencia, y los proyectos que vayan viniendo, vendrán. Pero sin ninguna prisa porque, como digo, han sido dos años de trabajo sin parar.

Por último y antes de despedirnos, me gustaría pedirte que recomendases una serie y una película, que tú creas que merece la pena ver.

Mi película de cabecera, por supuesto, ‘Interstellar’. Antes hablaba de convivir con la frustración. Esta película te enseña cual es nuestro lugar en todo el entramado que es la vida. La posición tan pequeña que ocupamos en el universo. Es una película que cada vez que me siento perdido o confuso, me enseña siempre el camino a seguir. Y como películas que creo que todo actor debe ver, las filmografías de John Ford, Hitchcock, Kurosawa, Elia Kazan, Nolan y Scorsese.

Muchas gracias de nuevo por concederme este ratito en el que te hemos podido conocer más, y espero que pronto podamos volver a encontrarnos. Este espacio es para ti, para que puedas decir lo que te apetezca.

Nada, muchísimas gracias a vosotros por vuestro interés y por cederme el espacio para poder expresarme libremente. Ha sido un placer responder a vuestras preguntas, y espero volver a vernos pronto también. Gracias y un abrazo enorme a todos los seguidores de Flarrow & More. Un abrazo enorme.

Además de la entrevista, Mario García también ha querido aprovechar la ocasión para mandar un saludo a todos los fans de La Promesa y a toda esa gente que le apoya incondicionalmente. Os dejo con su vídeo.


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