HALLOWEEN | El Terror como Tendencia en las Plataformas de Streaming


El género de terror ha pasado de ser considerado un nicho reservado para fanáticos del cine de medianoche a convertirse en una de las apuestas más seguras de las plataformas de streaming. Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney+ y Apple TV+ han encontrado en el miedo un filón de suscriptores, y la estrategia no parece detenerse. Pero, ¿qué ha llevado a que el terror se posicione como uno de los géneros más consumidos en la era digital?

  El auge del “contenido de impacto” 

Las plataformas saben que los usuarios buscan experiencias intensas y memorables que justifiquen su tiempo de visionado. El terror cumple a la perfección esa función: genera adrenalina, conversación inmediata y se presta al maratón.

Series como La Maldición de Hill House o películas como Verónica (en Netflix) se convirtieron en fenómenos virales no solo por su calidad, sino porque provocaban reacciones tan fuertes que la gente corría a comentarlas en redes sociales. El “susto compartido” se ha transformado en un motor de engagement.

  Halloween como estrategia de programación 

Cada año, entre septiembre y noviembre, el catálogo de terror se dispara. Halloween se ha convertido en un evento global de consumo cultural, y las plataformas lo saben: estrenos de series, películas originales, recopilaciones y hasta colecciones temáticas marcan la agenda.

Ejemplos recientes incluyen:

  • La franquicia The Haunting en Netflix.
  • Antologías como American Horror Story en Disney+/FX.
  • Producciones originales como Totally Killer (Prime Video).

El terror se adapta perfectamente a las campañas de marketing estacional, generando expectativa año tras año.

  El giro hacia el terror psicológico y el trauma 

Lejos de limitarse al susto fácil, las plataformas han apostado por historias que exploran el miedo desde la psicología y el drama humano.

Títulos como:
  • Marianne (Netflix, Francia)
  • Servant (Apple TV+)
  • The Fall of the House of Usher (Netflix)

abordan el terror a través de traumas, secretos familiares y atmósferas opresivas. Esto ha permitido atraer a un público más amplio, que no necesariamente disfrutaba del gore o los jumpscares, pero sí de narrativas complejas.

  El terror como lenguaje global 

El streaming ha derribado barreras culturales y ha demostrado que el miedo es universal. Producciones internacionales de terror han tenido gran repercusión:

  • El Juego del Calamar (Corea del Sur).
  • 30 Monedas (España).
  • Sweet Home (Corea).
  • La Influencia (España).

Esto responde a una estrategia de las plataformas de diversificar el catálogo y captar suscriptores en distintos mercados, exportando sus éxitos a nivel global.

  Rentabilidad y fidelización de audiencia 

El terror suele ser un género de bajo presupuesto y alto retorno. Una producción modesta puede generar un fenómeno mundial gracias al boca a boca digital.

Casos como Bird Box (Netflix) o Smile (Paramount+) han demostrado que no se necesita una superproducción para crear un éxito viral. En el caso de las series, la fidelización es aún más clara: si una primera temporada engancha, las siguientes se convierten en visionado obligado.

  El terror en la cultura digital y las redes sociales 

El género del miedo es altamente compartible:

  • Reacciones a sustos en TikTok.
  • Memes derivados de escenas icónicas.
  • Retos virales como ver La Maldición de Hill House sin pestañear.

Las plataformas han aprovechado esta viralidad natural para convertir al terror en un pilar de sus campañas de marketing. El miedo no solo se consume: se comparte, se comenta y se multiplica.

  El futuro del terror en el streaming 

Todo apunta a que el terror seguirá creciendo en las plataformas, pero con una evolución clara:

  • Mayor hibridación de géneros: terror + comedia (Lo Que Hacemos en las Sombras), terror + drama histórico (The Terror).
  • Producciones interactivas: experiencias inmersivas que permitan al espectador decidir el rumbo (como Black Mirror: Bandersnatch).
  • Apuestas internacionales: el próximo gran éxito de terror puede llegar de México, Japón o Argentina.

El miedo siempre ha estado ahí, pero el streaming lo ha convertido en un evento global, diverso y rentable.

El terror ya no es un género de nicho: es una tendencia dominante en el streaming, capaz de generar conversación mundial, fidelizar suscriptores y reinventarse en cada temporada.

Al final, como dicen muchos críticos, “no hay mejor espejo de nuestra sociedad que las historias que nos asustan”. Y en un mundo lleno de incertidumbre, el terror no solo entretiene: también ayuda a procesar los miedos colectivos.

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